COMO NOS CONOCIMOS

En verdad que puede llegar a ser muy extenso contarles como nos conocimos... y para no aburrirlos con tantas palabras... decidimos hacer una versión sintética, y una extendida del relato de los hechos.

VERSIÓN SINTÉTICA
Nos conocimos cursando "El Practico" en la Facultad de Derecho. Esto es, para quienes no lo conocen, un curso obligatorio de un año de duración donde los estudiantes de derecho aprenden la profesión atendiendo gratis en el Palacio de Justicia a gente sin recursos económicos.

VERSION EXTENDIDA
Como esta version es muy extendida... y sabemos que puede resultar un poco molesta su lectura... le añadimos un poco de divertimento, sin que dejen de ser reales los hechos contados. Señores... vuelve el "Martin Fierro" convertido en "Michael Airon". Para los que sepan, apronten la guitarra, y para facilitarles la melodia les adjuntamos el TAB (repetirlo indefinidamente)



A lo gaucho y sin estribos,
hoy les canto la verdad;
Y con toda mi humildad
les exijo me la crean,
porque es justo que así sea
cuando existe la amistad.

Perdido en Tribunales,
sin ninguna orientación,
fui en aquella ocasión
en busca de mi destino.
Hubo piedra en el camino,
estaba roto el ascensor.

Siete pisos me esperaban.
Escalón por escalón.
Para encontrar la Comisión
que me habían asignado.
Así que triste y resignado
empecé la expedición

Agitado y transpirado
llegué a la cima de aquel cerro.
Mi maleta ya era un fierro
que colgaba de mi mano,
y el aire cual villano
se hizo gas en ese encierro

Ya mi rostro hubo cambiado.
Mis rodillas me chasqueaban.
Mis pupilas sonrojaban,
más rojizo que un ladrillo.
Necesitaba un cigarrillo,
pero el tiempo me faltaba.

Apurado entré al pasillo
y me hice paso entre la gente,
que buscaba en forma urgente
una rápida respuesta,
y que por falta de propuestas
nunca ilustraron su mente.

“Discúlpeme”, me interrumpió una doña:
“Necesito que me ayude…
Lo que pasa es que cuando pude,
pagué tuitos mis impuestos,
pero ya no me ha quedado resto
y me piden que me mude”

Otra tomó mi brazo,
y me miró acongojada.
Parecía desesperada,
pero nunca nada dijo.
Le habían sacado su hijo,
y ya no le quedaba nada.

Ahí nomás intenté recular,
pero desistí de mi intento.
Pues era tal mi tormento,
de ver tanta gente apiñada,
que quería encontrar una espada
para estocar sus lamentos.

“La Práctica”, había que hacerla
Y gastar suela en los Juzgados.
Y aunque no fueran del agrado
de cientos de estudiantes,
¡Todo un año por delante!,
para recibirse de Abogado.

Por esos tiempos trabajaba,
en una sede del Estado.
Mis jefes nunca condicionaron
mi singular libertad,
de anotarme en la facultad
cuando fuere de mi agrado.

Aunque es de no creer,
La Facultad te limitaba
Ya que la oferta escaseaba,
y maestros había pocos,
las inscripciones eran de locos
y las peleas nunca faltaban.

A la Práctica quería hacerla,
temprano por la mañana.
Al trabajo caminaba
Y me quedaba hasta el fin del día
Y la noche a la Facultad iba
a continuar con la cursada.

No estaba empecinado,
pero necesitaba ese horario.
Quería ser beneficiario
de manejar mis momentos.
Pero por eso perdí dos intentos,
y me quedaba uno en el calendario

La Tercera fue la vencida,
pues me salió la inscripción.
Me latía el corazón
de las ansías que tenía.
Y contento salí ese día
para ejercer mi profesión

Y ahí me encontré enfrentado
a la pura realidad.
Se aproximaba la verdad,
que escondían esas aulas,
que mas que aulas eran jaulas,
con pájaros en cantidad.

Me aposté junto a la puerta,
antes de dar mi primer paso.
Sabía de mi retrazo
por eso es que temía,
porque si de ello se sabía
se me vendría rápido el ocaso.

Apenas perfilé a entrar
Mi miedo se hizo hombre
Y aunque no sabía el nombre
de la persona que me gritaba
me acerqué hasta donde estaba
para dar explicaciones

“Perdón por el retraso,
pero los ascensores no funcionaban”
“Esa no es excusa fundada
que yo pudiera aceptar”
me dijo sin titubear
y me indicó que me callara

“Acá se viene a trabajar…
y si a usted no le convence,
va a ser mejor que empiece,
a pensar en su futuro,
porque será prematuro
el tiempo que se quede”

Después del recibimiento,
me recalcó la condición,
La propuesta y aspiración,
de una maestra exigente,
e indicándome hacia el frente
me mostró mi ubicación.

En la esquina que me tocaba
Había cuatro mujeres sentadas,
prolijamente acomodadas,
al borde de una mesa,
y el verme les causó sorpresa
Parece que no me esperaban.

Después me enteré al paso
que era cierta mi intuición,
que d’entre la selección
Esperaban otro hombre,
Por ende no les resultó el nombre
cuando fue mi designación.

Pero igual me acomodé
Y ellas igual me recibieron
Y creo que se sorprendieron
cuando les detalle mi experiencia
y aunque sea por conveniencia,
conmigo se convencieron.

Repasamos las carpetas.
Organizamos el trabajo.
Planteamos ciertos atajos
para resolver unos problemas.
Nos fuimos discutiendo temas
repartiéndonos legajos.

Ansí termino mi día
y me fui con esperanzas
porque me dieron confianza
mis compañeras de grupo
y eso que siempre fui tosco
intentando formar alianzas

Después de un par de días
de habernos visto las caripelas,
éramos cinco escarapelas
pegadas a un mismo pecho
y todos daban por hecho
que parecíamos sanguijuelas.

Era tanta la emoción,
de trabajar tan bien juntos
que mudamos el asunto
a los fines de semana
y siempre teníamos ganas
de milonguear en conjunto

Siempre había pensado
en que en “Las Practicas” encontraría
a la persona que compartiría
toda su vida conmigo
y es mi amigo “El Gallo” testigo
pues siempre se lo decía.

Fue difícil mi situación
pues d’entrada me gustó una
y no quería que ninguna
pierda la algarabía
de trabajar en sintonía
por mi sensación inoportuna.

No es necesario que les cuente
lo que ella provocaba,
que con su mirada dibujaba
la alegría de mi alma
y yo perdía la calma,
por no poder decirle nada.

Atributos le sobraban
para ser por demás de bella.
Entre las mujeres era ella,
la que siempre resaltaba,
pues mi entrerrianita siempre estaba
con sonrisa de doncella.

No quería perderme,
del árbol el mejor fruto,
Por lo que debía ser astuto,
y manejar una estrategia
para encontrarme solo con ella
en un casual territorio.

Y ahí nomás plantié,
a todas una salida,
pues yo solo sabía,
que al resto no le agradaba,
gastar lo que ganaban
timbeando en la lotería.

El Casino si bien no era
un lugar románticon,
me permitía tener la ocasión
de ir arrimándole el ala.
Chamuyarla con tiernas palabras
pa’ ganarle el corazón.

Al principio todas contentas
Se prendieron pa’bailar.
Lo que me haría fracasar
el plan que yo tenía.
Igualmente alguien quería
que yo me pueda encontrar.

De a una se fueron cayendo
del árbol las hojas secas.
Metiendo excusas grotescas
las gurisas desertaban,
Para el final solo ella confirmaba,
y yo me dispuse pa’ la pesca.

Me tendrían que haber visto
Preparándome pa´la tertulia
Parecía Doña Julia,
peinándome el rodete.
Preparó el caballo el jinete
Rebenque, espuelas y Ahijuuna!.

Les cuento que al antro fuimos…
Muy convecinos los dos…
Y solo sabrá el tata dios…
Lo que en ese momento sentimos,
Porque solo nos dijimos
Hola!, como estas? y adios!

No se que me pasó.
No tenía la gola inspirada
Las palabras salían cansadas,
y sin sentido de mi boca.
Encima fue demasiada poca
la guita que me quedaba.

Pobre y abatido,
volvió el gaucho pa´la estancia.
Había desperdiciado la instancia
de declarármele a mi china.
Y el Lunes otra vez la rutina,
cuidando las distancias.

Aunque ustedes no lo crean
Esto fue cierto en verdad
Y no es por vanidad
pero después del casino
hubo un cambio repentino
que nos unió en complicidad

Un día de esos del práctico
estábamos haciendo un repaso
y medio tirándolo al paso
Querés ser mi novio? – me dijo
Y yo mirándola fijo
Le dije -Yo con vos me caso!

Yo sentí que fue una broma
Pero igualmente la aproveché,
y al otro día le llevé
una Postal de Enamorados
Percibí que sus ojos cambiaron.
Yo creo que la enamoré

Después de esta situación,
solo bastaban las miradas,
No necesitamos palabras.
Ni poemas, ni canciones,
para saber de nuestras sensaciones,
que debían ser calladas

Por respeto a la ciencia,
es que siempre entendimos
que lo principal no eran los mimos
si no terminar la carrera
pero era larga la escalera
para encontrarnos recibidos

Para que sen una idea,
el práctico se inicia en febrero.
Entonces se tornaba fiero,
esperar hasta fin de año,
para evitar el supuesto daño
de sacudir el avispero

Ahí nomás tiramos ancla
Llegamos hasta donde llegamos,
Sabíamos que nos amábamos
para que esperar tanto.
Asi que ni peresosos ni santos
en mayo nos arreglamos.

Esta por demás decir
que fuimos uvas de un racimo.
Que al tiempo conocimos,
cada uno a nuestros padres.
Y resulto ser admirable
cuando en diciembre nos recibimos

Compartimos muchas cosas
Otras tantas nos quedaron
Pero siempre perfilamos
Los dos para un mismo lado
Asi que por amor y por aplicados
en Abril.. NOS CASAMOS!!!


Cecilia Queirolo y Miguel Faienza ®

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